Valle Secreto

sábado, 19 de septiembre de 2009

Ya sabéis, compañeros, que en esto de los alquileres veraniegos, hay precios para todos los bolsillos, incluso para el nuestro.
Nos hemos tirado al puritito saldo y claro, este antro es lo que tenemos para veranear. De los muebles, por asi llamarlos, prefiero no hablar. Aunque hay un objeto que me tiene perplejo, una maravillosa televisión grundig, del año 81 que no tiene despedicio. Color tiene si, los de la pantalla, el del óxido de la caja, y otros miles, ya que los anteriores arrendatarios la debieron usar de mesita de noche o de palmatoria.

En fin, que aquí mis compañeros de miserias no le echaron mucha cuenta al vil electrodoméstico, pero un servidor, que es de vicio fácil, inmediatamente la puso en funcionamiento. Curiosidades de la vida, esta televisión, modelo de antes de naranjito, solo sintoniza dos canales y sin mando a distancia, por supuesto. Y lo que es mas curioso, estoy viendo programas absolutamente ajenos a la época cotemporánea. Nada de CSI, nada de Operación Triunfo, nada de El Intermedio o Muchachada Nui, tan solo series que intentaré describiros, semana a semana, y con la ayuda de mi suspicaz sentido televisivo.

Hoy, durante todo el dia, el programa que emitían me ha tenido totalmente hipnotizado, se hacía llamar Valle Secreto. El secreto se descubre en los mismos créditos, pandilla de pijos pelo rizado sonrisa profident que no contentos con montar en moto, ir a caballo o criar a koalas, se dedican a tirar la basura que generan através del cercado. Sin duda, un claro ejemplo de desarrollo sostenible y bioreciclaje.

Por lo visto un tal Mc Cormack, una especie de viejo miserias, quería convertir un descampado sin célula de urbanidad en un campamento tuttiplain, para niños de familias adineradas, pero un señor con el pelo largo y guantes de cuero, al puro estilo locomía, subcontrató a un autónomo poco espabilado, que a su vez subcontrató a tres ineptos liderados por el personaje mas fardón “el araña”. Pues bien, el de los pelos, el autónomo y el araña y resto de isectos son los beneficiarios directos, capítulo tras capítulo de las basuras que se les envía mediante catapultas en intervalos de tiempo razonables, y , por supuesto, directo a sus cabezas. En eso consiste la serie, si que es rara.

De estas 10 horas de valle secreto, me quedo con la gruta infame de los malandrines, siempre llena de caramelos, con las motos, caballos y koalas de los niños bien, y con la pena de no poder ayudar en primera persona a Mc Cormack a revalorizar su terreno al mas puro estilo Marbellí.
Admito que la sintonía engancha, llevo como tres días sin poder dejar de tararearla.

La semana que viene más tele, creo que la puedo poner en marcha una vez más.

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